Aprovechando mi estadía en Ayacucho decidí visitarlo y me alegro ver un grupo de personas visitando y recorriendo sus salas.
El museo histórico regional “Hipólito Unanue” lleva su nombre debido a un reconocimiento que se hace a quien fue Hipólito Unanue, considerado precursor de la independencia latinoamericana por su ardua labor intelectual y participación en la revista el “Mercurio peruano”, una de las revistas más importantes del país, el cual tuvo una cobertura a nivel de Latinoamérica profesando una ideología libertadora. Por esa razón, el museo histórico regional lleva su nombre.
Este museo presenta diversos objetos arqueológicos encontrados alrededor de la región ayacuchana como fruto de las investigaciones arqueológicas que se han realizado hasta la actualidad, entre ellos tenemos principalmente objetos de cerámica, piedras líticas, monolitos y objetos hechos de plata, entre las cuales destaca la iconografía andina representada en la cerámica.
Dichos objetos están distribuidos cronológicamente para la mejor explicación de nuestra historia regional.
¿Qué encontramos en el museo?
En la primera sala cuenta con objetos de la época lítica hasta el formativo que vienen a constituir épocas primigenias hasta la formación de pequeñas aldeas.
En la segunda sala se puede apreciar objetos de las culturas huarpa y Wari, que representan básicamente el inicio de culturas propiamente dichas, entendiendo como cultura un grupo étnico con características propias en su organización, en el que desarrollan principalmente la religión y el comercio.
En la sala número tres del museo se puede mostrar cerámicas de uso ceremonial y utilitaria de la cultura Wari, además de algunos instrumentos agrícolas de aquella época como la chaquitaclla y restos fúnebres en el que se evidencia sus creencias y sus formas de concebir la vida más allá de la muerte, por último se puede ver los restos de la textilería Wari.
Entre la sala tres y cuatro se puede observar algunas cerámicas de la confederación chanca caracterizado por ser rustica y tosca sin embargo no dejan de ser la expresión de la existencia de un grupo étnico que se dedicó más a asuntos bélicos que a asuntos artísticos. Luego de la presencia de los chancas en la región ayacuchana tenemos la presencia de la cultura inca.
Llegando a la sala cuatro, tenemos a todas las culturas a nivel nacional mostrando los más representativo de cada una de ellas como Chavín, Moche, Nazca, Chincha, Chancay e Inca.
En la última sala tenemos el mayor legado de los Waris que son los monolitos, que formaron parte de la arquitectura urbana de Wari, al parecer eran representaciones de deidades o sacerdotes de aquella época, en el que se puede distinguir entre varones y mujeres, lo que reafirma su cosmovisión dual de los Waris.

















