Archivo de la etiqueta: Incas

Hispano América antes de la llegada de los españoles

Fuente: http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/1938886/hispano-america-antes-llegada-espanoles%20(24/04/2020)

Autor: Manuel Villegas

Publicado el 24 de abril de 2020

Salvo los casos de los incas y los aztecas que constituían respectivos imperios que tenían sojuzgados a otras poblaciones, el resto eran tribus dispersas sin ninguna relación entre ellas salvo la guerra y el comercio, caso de que lo hubieseEspaña ha sido durante cuatro siglos el imperio, posiblemente más extenso que haya logrado cualquier civilización, en sus dominios no se ponía el sol. Su posesiones en el continente americano iba desde Alaska hasta las Malvinas.Por ello, otras naciones celosas de su poderío, pero que no pudieron igualarse a ella, han tejido una tela de araña con la que han envuelto ignominiosamente la limpieza de su proceder intentando hacerla odiosa ante los ojos del resto del mundo.

De ahí que haya muchos indocumentados y analfabetos funcionales que, en lugar de molestarse en adquirir conocimientos buscando en documentos originales, se limitan a repetir como papagayos, rancias y falaces patrañas.

Denigran su civilización en Hispanoamérica. A ella no llegó España como colonizadora, sino como portadora de conocimientos vigentes en Europa en aquella época.

Jamás los aborígenes fueron considerados esclavos o inferiores a los españoles. Desde el primer momento del descubrimiento, la Reina Isabel los reconoció como ciudadano hispanos al igual que cualquier otro nacido en la Península, con los mismos derechos y obligaciones.
Prueba de ello es el espléndido mestizaje que se originó.
Los ingleses siempre han tenido como inferiores a los habitantes de las tierras que han dominado. De tal manera que los naturales de las tierras conquistadas por ellos en América del Norte están recluidos en reservas y el mestizaje ha sido nulo. Es conveniente que demos a conocer

¿Qué encontraron los hispanos en las nuevas tierras?

Salvo los casos de los incas y los aztecas que constituían respectivos imperios que tenían sojuzgados a otras poblaciones, el resto eran tribus dispersas sin ninguna relación entre ellas salvo la guerra y el comercio, caso de que lo hubiese.

Eran costumbres bárbaras incompatibles con la civilización europea del siglo XV y siguientes. Si no hubiesen llegado los hispanos hubiesen seguido con el canibalismo, los sacrificios humanos, la poligamia, la venta de hijas y mujeres, las guerras brutales entre ellos y las culturas primitivas.

Se creía que las pirámides de calaveras era una exageración de los conquistadores hispanos para denigrar a los pueblos aborígenes. El soldado español Andrés de Tapia, refirió en 1521 que se había encontrado con una torre, denominada Huey Tzompantli, que estaba formada por más de 60.000 cráneos.

La torre de las calaveras de Tenochtitlan sobre la que Hernán Cortes y sus compañeros contaron miles de historias, se consideraba un mito.
Ambas han sido estimadas, hasta ahora, como un infundio. Pues bien, no es tal, ya que el Instituto Nacional de Antropología e Historia de la ciudad de México ha descubierto recientemente una torre cilíndrica formada a partir de más de 650 cráneos y miles de fragmentos de huesos humanos junto al Templo Mayor.

La agencia de información Reuters que es quien da la noticia, ha publicado que dicha torre ha sido encontrada junto a la Catedral Metropolitana de Ciudad de México. Uno de los lugares de culto más importantes del país, tiene seis metros de diámetro y está formada con calaveras de guerreros rivales, pero también de mujeres y niños.
Posiblemente los españoles quisieran levantar sobre este monumento de horror y de inhumanidad una catedral católica que purificase el lugar en el que se habían practicado tantos asesinatos y muertes de personas inocentes.

Los aztecas decapitaban, como procedimiento general, a las víctimas de sus sacrificios humanos. Realizado esto, los sacerdotes, agujereaban los cráneos y los colgaban unos junto a otros formando una torre, que se conocía con el nombre de “tzompantli”, cuyo objetivo era infundir miedo a sus enemigos que se encontrarían con este tipo de edificaciones cuando atacasen las aldeas.

Se calcula que el número de sacrificios humanos durante un año, entre los aztecas, alcanzaba la cifra de 100.000. Fray Juan de Zumárraga, primer Obispo de México, en una carta fechada en 1524 manifestaba que en Tenochtitlán sacrificaban a sus ídolos más de 20.000 personas cada año y a más de 70.000 en todo el imperio azteca, entre ellos 20.000 niños.

El historiador mexicano Mariano Cuevas cuantificó estos en 20.000 asesinatos anuales en Tenochtitlán y decía que se quedaba corto si las cifras en todo Anáhuac (nombre que los aztecas daban a su imperio), no alcanzaban los 100.000, y añade: “en las vigas y gradas de Mixcoalt, edificio del templo mayor de México, contaron Andrés de Tapia y Gonzalo de Umbría 136.000 calaveras de indios sacrificados.
Continúa diciendo: “los mexicas y vecinos aliados vivían en continuas guerras con otros pueblos guerreros, guerras que tenían por exclusivo objeto el cautivar el mayor número posible de sus contrarios para después sacrificarlos.

También añade que los aztecas mezclaban los sacrificios humanos de cautivos y esclavos con las prácticas de canibalismo con los cadáveres asesinados.

Los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México creen haber hallado el Huey Tzompantli, el gran tzompantli de México-Tenochtitlán, mencionado en las crónicas y representado en los códices. Es uno de los que hablaron Hernán Cortés, Bernal Díaz del Castillo, Andrés de Tapia y el fraile Bernardino de Sahagún .

Ceremonia sacrificial

El ritual de la ofrenda era el siguiente: cuatro sacerdotes aferraban a la víctima y la arrojaban sobre la piedra de sacrificios. El Gran Sacerdote le clavaba entonces el cuchillo debajo del pezón izquierdo, le abría la caja torácica y después hurgaba con las manos hasta que conseguía arrancarle el corazón aún palpitante para depositarlo en una copa y ofrecérselo a los dioses. A continuación, los cuerpos eran lanzados por las escaleras de la pirámide. Al pie, los esperaban otros sacerdotes para practicar en cada cuerpo una incisión desde la nuca a los talones y arrancarles la piel en una sola pieza. El cuerpo despellejado era cargado por un guerrero que se lo llevaba a su casa y lo partía en trozos, que después ofrecía a sus amigos, o bien éstos eran invitados a la casa para celebrar un banquete con la carne de la víctima, sólo basta comprobar los tapices, o pinturas que se conservan de la época precolombina. Una vez curtidas, las pieles servían de vestimentas a la casta de los sacerdotes.El autor citado cuenta un sacrificio hecho en 1487, antes de la llegada de los españoles, que en un manuscrito azteca se relata una ceremonia de estas en la que, durante cuatro días, “desde la mañana hasta la puesta del sol, fueron sacrificados ochenta mil cuatrocientos hombres de diversas provincias y ciudades” .

No eran sólo los aztecas, sigue diciendo, los que practicaban estos rituales, también los llevaban a cabo los tarascos, pueblo situado en el actual Michoacán y partes importantes de Guanajuato y Guerrero, los mayas, los zapotecas, los matlacingas, toltecas, totonacas, mochicas muiscas y también los incas .

Pero no sólo tienen importancia los sacrificios humanos, sino que después de ofrecer el corazón a sus dioses, consumían los cuerpos de los ofrendados, en una horrible práctica de canibalismo.
A partir de 1521 los hispanos fueron, no sin trabajo y esfuerzo, poniendo fin a estas prácticas inhumanas y sanguinarias que de no haberlo hecho hubiesen continuado varios siglos hasta que las nuevas tierras hubiesen sido finalmente descubiertas.

Hoy, utilizando la memez de que es políticamente incorrecto hablar de ello, esta ultraizquierda trasnochada, inculta y periclitada, y algunos movimientos indigenistas, la mayoría descendientes de españoles, intentan ocultar a los autores de estas atrocidades, silenciando lo sacrificios humanos y exhibiendo a los que los perpetraban como heroicos miembros de una resistencia tenaz contra el imperialismo español.

Las recientes excavaciones arqueológicas demuestran la existencia de estos tzompantli por distintas ciudades de los pueblos aborígenes.
Otra de las acusaciones que se vierten contra España, no sólo en la Leyenda negra sino hasta en los medios de comunicación es que los conquistadores expoliaron a los indígenas arrebatándoles el oro, la plata, las esmeraldas, las perlas, en fin, todas las riquezas, incluido el azúcar, así como cualquier objeto de valor.

Los que defienden estas inexactitudes, en el colmo de su desconocimiento histórico, ignoran que la caña de azúcar procede de la India y que un general de Alejandro Magno, Nearchus, hablaba de que allí había una caña que producía miel sin la ayuda de las abejas.
Dicen que fue Cristóbal Colón quien, en 1492, en su segundo viaje, llevó la caña a América, concretamente a la Isla de La Española pero estas cañas no prosperaron.

Sin embargo, hay constancia de que en 1501 fueron introducidas plantas que sí crecieron y llegó el éxito de las plantaciones de azúcar a Santo Domingo y que de aquí se extendió por el Caribe y América del Sur.
Quienes preconizan tal aserto demuestran una ignorancia dolosa, pues no se molestan en buscar la verdad en documentos fehacientes.
Los aborígenes no les daban valor monetario a esos metales, porque el comercio que efectuaba era el de trueque, salvo los mexicas que sí tenían como moneda el cacao, es decir, una semilla.

Lo que los europeos considerábamos riqueza, no tenía para ellos valía alguna, lo utilizaban como adornos por su belleza, y facilidad para ser manipulados o se utilizaban en algunos ritos religiosos.

Para ellos eran más llamativos los abalorios, espejos, cristales, cuentas y cualquier baratija que les cambiasen los hispanos por alguna pieza de oro.

Se admiraban y asombraban al contemplar su cara en una espejo, de forma que tuvieron que explicarle que eran ellos mismos, pues no se reconocían.

HuacaFest Camino inca, primera edicion PUCP

Collage del evento

El evento cultural “HuacaFest: Camino Inca 2018” ha sido una interesante propuesta educativa y cultural planteada por Rosabella Álvarez-Calderón, arqueóloga y docente del Departamento de Arquitectura de la PUCP, como parte de las actividades académicas del curso Huacas y Museos de Lima de Estudios Generales Letras de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). El evento fue planteado a la Dirección de Infraestructura de la PUCP para los permisos respectivos. La sede del evento fue la plaza del Complejo de Innovación Académica (entre el Edificio Aulario y el Camino Inca). 

El monumento arqueológico Camino Inca está ubicado en la parte sur del campus universitario, está declarado como Patrimonio Cultural de la Nación según Resolución Directoral Nacional N° 233/INC en el 2007 y clasificado como “Paisaje Cultural Arqueológico” desde el 2010 según Resolución Directoral Nacional N°1522/INC. Entre los años 2014 y 2016 se desarrolló el Proyecto de Investigación, Conservación y Puesta en Valor del monumento que incluyó un sistema de iluminación y señalética patrimonial e interpretativa.

El evento “Huaca Fest Camino Inca PUCP” se ajustó con las propuestas de integración del patrimonio arqueológico dentro de las actividades de la comunidad universitaria. Por ello, Julio Sánchez, arqueólogo residente de la Oficina de Obras y Proyectos, propuso incorporar al evento los recorridos en el interior del camino y permitir el disfrute de los asistentes, así como la difusión de las investigaciones y la historia del monumento. Para hacer oficial el recorrido, se solicitó una autorización a la Dirección de Gestión de Monumentos del Ministerio de Cultura la misma que fue aprobada mediante Oficio N° 900090-2018/DMO/DGPA/VMPCIC/MC de fecha 20.11.2018

Vista del tramo oeste del camino prehispánico con dirección al Parque de las Leyendas
ANTECEDENTES SOBRE EL PAISAJE ARQUEOLÓGICO CAMINO INCA PUCP

El Camino Inca está ubicado en la parte sur del campus. Ha sido declarado Patrimonio Cultural de la Nación según Resolución Directoral Nacional N° 233/INC N° en el 2007, y clasificado como “Paisaje Cultural Arqueológico” en el 2010 según Resolución Directoral Nacional N°1522/INC.

Durante el 2013 se desarrolló otro el proyecto de investigación, conservación y puesta en valor del monumento. Como parte de los resultados, los investigadores definieron definir las técnicas constructivas de los muros de tapial y los primeros trazos de la vía durante la época Ychsma. Sobre las técnicas constructivas del camino inca. Los muros están hechos a base de tapial (barro), técnica constructiva característica de la época Ychsma e Inca, de manera similar a las huacas ubicadas en el Parque de las Leyendas y las huacas del complejo arqueológico de Maranga. Dentro de las técnicas para construir los muros se utilizó un relleno de adobes y cantos rodados en el interior del tapial (el corazón del muro). Esta técnica constructiva cumplió funciones antisísmicas. Además, los muros tienen una altura entre los 2m hasta los 4.5m. Para que los muros alcancen mayor altura, se utilizó andamios que permitieron a los constructores poder armar los tapiales. Como parte de los resultados, se determinó que el Camino Inca habría tenido tres fases constructivas: la primera, cuando se construye el Camino sobre una plataforma elevada en la época Ychsma; la segunda, cuando se destruye parte de este trazo inicial, se reutilizan los restos como parte del relleno del nuevo camino y se hace una modificación de la dirección del camino hacia el Sur, además de ganar altura en los muros que lo flanquean en la época Inca; y, la tercera, cuando se construyen algunos paños con perforaciones en muros para colocar maderas rollizas en época colonial tardía o republicana. No se registró vanos de ingreso o salida en el trayecto del monumento, por lo que los investigadores proponen un uso exclusivo durante su recorrido. Se sugiere, asimismo, que este camino habría permitido la comunicación entre sitios importantes prehispánicos como serian el Complejo Arqueológico Mateo Salado y la Huaca Tres Palos y las huacas ubicadas dentro del Parque de las Leyendas

APOYO INSTITUCIONAL PARA EL EVENTO

Para el desarrollo del evento, se contó con el apoyo de las siguientes dependencias de la PUCP

  • Dirección de Infraestructura
  • Escuela Profesional de Arqueología
  • Departamento académico de Arquitectura
  • Unidad de Estudios Generales Letras
  • Oficina de Eventos y Viajes
  • Dirección de Actividades Culturales
  • Fondo Editorial PUCP
Flyer del evento
RESULTADOS DEL RECORRIDO AL CAMINO INCA

El evento HuacaFest “Huaca Fest: Camino Inca 2018” cumplió con las expectativas propuestas. Entre los principales resultados tenemos lo siguiente:

  • Participaron 57 personas en los recorridos dentro del camino prehispánico (ver Anexo I). No se presentaron incidentes durante los recorridos. Los caminos prehispánicos al igual que los caminos modernos están hechos para ser recorridos de manera pedestre. Por ello, esta experiencia permitió a los visitantes caminar, notar las subidas y bajadas del trayecto, poder tocar los muros, tomar fotografías, escuchar al guía narrar las historias y los principales resultados de las investigaciones, así como las anécdotas de campo durante los trabajos de excavación y otros datos curiosos sobre el camino inca.
  • Se cumplió con las medidas de seguridad propuestas y el público colaboró manteniendo el orden antes del ingreso al monumento, utilizando el calzado adecuado, respetando el patrimonio, haciendo preguntas, tomando fotografías, y abriéndose a una nueva oportunidad para disfrutar el monumento arqueológico.
  • No se presentaron incidentes ni se cometió actos que atentaran contra el patrimonio arqueológico.
  • Como dato adicional, desde la Dirección de Infraestructura se realizan dos visitas guiadas por mes a los sitios arqueológicos de la PUCP. En el Huacafest tuvimos la visita de 7 personas que realizaron con anterioridad la visita guiada y pudieron, en este evento, ingresar el camino y disfrutar del monumento.
  • De manera paralela a los recorridos, los asistentes al Huacafest pudieron conocer un poco más sobre los quehaceres de la arqueología y aprender datos interesantes sobre el Complejo Arqueológico de Maranga. Los estudiantes del curso dirigieron actividades lúdicas, realizaron concursos, realizaron preguntas pidieron charlas. Así también los asistentes realizaron actividades lúdicas como el dibujo, pintar, o responder preguntas haciendo girar la rueda arqueológica del conocimiento (ver Anexo II: actividades lúdicas y encuestas).
  • Los estudiantes del curso Museos y Huacas de Lima pudieron realizar prácticas para el desarrollo de actividades culturales.
  • Se cumplió con las labores de limpieza mecánica posteriores a la realización del evento cultural.
Parte del material didactico y regalos para los asistentes al Huacafest
Entre las actividades del Huacafest tuvimos el coloreado de los diseños prehispánicos
Asistentes al Huacafest en la mesa de actividades
Grupo de asistentes dentro del camino prehispánico
Asistentes al recorrido por el camino prehispánico
Asistentes al huacafest recorriendo el interior del camino prehispánico
Asistentes al Huacafest
Recorrido
Cada grupo contó con un guía
Inició el recorrido por el interior del camino prehispánico

Entre los puntos negativos durante el evento:

  • No todos los estudiantes participaron con el mismo nivel de compromiso.
  • Debido a la fecha de exámenes y la cantidad de actividades culturales dadas el mismo día, lamentablemente la afluencia de público al evento no fue muy elevada. Sin embargo, el conteo preliminar de visitantes revelaron que se acercaron aproximadamente 100 personas, y más de 70 personas participaron en las diferentes actividades.
  • La plaza 5B, donde se realizó el evento y ubicada frente al Camino Inca, presentaba un fuerte viento que dificultó algunas de las actividades (la zona de arte), aunque la mayoría de los problemas pudieron ser resueltos a través de iniciativas espontaneas de los alumnos y participantes. Sin embargo, este es un tema que debe ser considerado para futuras actividades.
  • Un problema más bien estructural, es la ubicación del Camino Inca y los sitios prehispánicos del campus, alejados y desconectados de los principales puntos de reunión y de actividad de la PUCP. Esto quiere decir que a pesar de la difusión, el esfuerzo de los “jaladores” y el atractivo que significaba la oportunidad de participar de la caminata del Camino Inca, la actividad se encontraba lejos de los puntos más céntricos, que convocan de manera natural a la mayor cantidad de personas, y había pocas oportunidades que los alumnos se cruzaran con el evento.

Con toda la información recopilada durante el desarrollo del evento, consideramos desarrollar una segunda edición del evento HuacaFest en una fecha adecuada durante el semestre 2019-I potenciando la difusión del evento, con una mayor duración y tomando nuevamente las medidas necesarias para la adecuada protección del monumento.

«Museo HISTÓRICO regional Hipólito Unanue» en Ayacucho

Aprovechando mi estadía en Ayacucho decidí visitarlo y me alegro ver un grupo de personas visitando y recorriendo sus salas.

El museo histórico regional “Hipólito Unanue” lleva su nombre debido a un reconocimiento que se hace a quien fue Hipólito Unanue, considerado precursor de la independencia latinoamericana por su ardua labor intelectual y participación en la revista el “Mercurio peruano”, una de las revistas más importantes del país, el cual tuvo una cobertura a nivel de Latinoamérica profesando una ideología libertadora. Por esa razón, el museo histórico regional lleva su nombre.

Este museo presenta diversos objetos arqueológicos encontrados alrededor de la región ayacuchana como fruto de las investigaciones arqueológicas que se han realizado hasta la actualidad, entre ellos tenemos principalmente objetos de cerámica, piedras líticas, monolitos y objetos hechos de plata, entre las cuales destaca la iconografía andina representada en la cerámica.

Dichos objetos están distribuidos cronológicamente para la mejor explicación de nuestra historia regional.

¿Qué encontramos en el museo?

En la primera sala cuenta con objetos de la época lítica hasta el formativo que vienen a constituir épocas primigenias hasta la formación de pequeñas aldeas.

En la segunda sala se puede apreciar objetos de las culturas huarpa y Wari, que representan básicamente el inicio de culturas propiamente dichas, entendiendo como cultura un grupo étnico con características propias en su organización, en el que desarrollan principalmente la religión y el comercio.

En la sala número tres del museo se puede mostrar cerámicas de uso ceremonial y utilitaria de la cultura Wari, además de algunos instrumentos agrícolas de aquella época como la chaquitaclla y restos fúnebres en el que se evidencia sus creencias y sus formas de concebir la vida más allá de la muerte, por último se puede ver los restos de la textilería Wari.

Entre la sala tres y cuatro se puede observar algunas cerámicas de la confederación chanca caracterizado por ser rustica y tosca sin embargo no dejan de ser la expresión de la existencia de un grupo étnico que se dedicó más a asuntos bélicos que a asuntos artísticos. Luego de la presencia de los chancas en la región ayacuchana tenemos la presencia de la cultura inca.

Llegando a la sala cuatro, tenemos a todas las culturas a nivel nacional mostrando los más representativo de cada una de ellas como Chavín, Moche, Nazca, Chincha, Chancay e Inca.

En la última sala tenemos el mayor legado de los Waris que son los monolitos, que formaron parte de la arquitectura urbana de Wari, al parecer eran representaciones de deidades o sacerdotes de aquella época, en el que se puede distinguir entre varones y mujeres, lo que reafirma su cosmovisión dual de los Waris.

Ingreso al local de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) Ayacucho
Cuadro cronológico de las culturas ubicado junto al ingreso
Primera Sala dedicada a la evolución humana y los primeros habitantes del territorio ayacuchano.
Primera sala dedicada a los primeros habitantes de las tierras ayacuchanas
Artefactos líticos recuperados por el Proyecto Arqueológico – Botanico ditrigido por Richard MacNeish
Vasijas de cerámica recuperadas en el sitio arqueológico Trigopampa perteneciente a la cultura Huarpa
Maqueta de cerámica. Recuperado del sitio arqueológico Trigopampa perteneciente a la cultura Huarpa
Vasija de dos cuerpos con motivos chakipampa, Wari.
Plato de cerámica Wari con el diseño de falcónida Tihuanaco
Monolítos recuperados en el sitio arqueológico de Wari
Vasijas escultóricas representando camélidos. Cerámica Wari
Fragmento de tinaja procedente del sitio arqueológico de Conchopata. Estan decorados con rostros humanos
Cerámicas en miniatura recuperados del sitio arqueológico de Wari
Asistentes al museo
Quinta sala donde se exhibe vasijas cerámicas procedentes de la costa norte del Perú
Sexta sala del museo con la exhibición de los monolítos

Museo Pedro de Osma, nuevas salas

Visita obligada para esta semana en el Museo Pedro de Osma: «Arte tiahuanaco, inca y virreinal en Barranco»

El museo Pedro de Osma no deja de sorprender. Ubicado en la avenida Pedro de Osma 421, Barranco, este emblemático centro cultural barranquino expone ahora, en una nueva sala permanente, la muestra “Arte del Sur Andino: Tiahuanaco-Inca-Virreinato”, con finas piezas de la colección Lambarri Orihuela.

Se trata de una exposición que tiene como hilo conductor a los célebres keros altiplánicos. Se trata de vasijas de piedra, cerámica y madera de origen tiahuanaco, inca y virreinales. (Puedes leer más aquí)

Si la llegada de los cristianos europeos significó el colapso de orden político, económico y religioso del Tawantinsuyo, es bueno saber que las élites regionales mantuvieron ciertos privilegios y lograron conservar sus costumbres, imágenes y creencias ancestrales.

“La élite incaica, que durante el Virreinato tuvo una relación de privilegio, mantuvo diversos elementos que definieron parte de su identidad y jerarquía”, nos dice Pedro Pablo Alayza, director del museo Osma. “En el ámbito de las festividades religiosas –agrega– la población nativa preservó imágenes y prácticas de los cultos andinos bajo formas de devoción occidental. En esta sala se observan cuadros que ilustran este proceso: La unión de la descendencia imperial incaica con la casa de Borja y Loyola y la procesión del Corpus Christi”.

El primer lienzo es clave para entender el nuevo orden en el sur andino. Muestra el matrimonio del sobrino de San Ignacio de Loyola con la princesa inca Beatriz Clara Coya. Una alianza marital que sirve para explicar la expansión de los jesuitas y de las panacas reales incas desde Cusco hasta Santiago de Chile.

“En la colección de arte virreinal destacan pinturas de la Escuela Cuzqueña del siglo XVIII; período de esplendor de la producción artística local durante el Virreinato. Es precisamente en el sur andino donde se centra gran parte de la vida política de la historia peruana, desde periodos prehispánicos y durante el Virreinato. En este sentido, la incorporación de arte inca, tiahuanaco y virreynal en la muestra permanente ahonda en un extenso y complejo proceso cultural”, añade Alayza.
Otro lienzo emblemático que se puede gozar en la exposición es la Procesión del Corpus Christi, donde se pueden distinguir a vecinos ilustres hispanos, criollos, mestizos e incas en un desfile de imágenes cristianas que reproduce una antigua celebración inca. Hoy en día, el Corpus es una de las procesiones más visitadas por los turistas que llegan a Cusco. 

Museo Pedro de Osma

Publicado el 25 may. 2017
El museo Pedro de Osma no deja de sorprender. Este emblemático centro cultural barranquino expone ahora, en una nueva sala permanente, la muestra “Arte del Sur Andino: Tiahuanaco-Inca-Virreinato”, con finas piezas de la colección Lambarri Orihuela, de Cusco.

Fuente:

Larepublica.pe  (25/Mayo/2017)
Arte tiahuanaco, inca y virreinal en Barranco [Video]
Redactado por Roberto Ochoa

Museo Pedro de Osma
http://museopedrodeosma.org/